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martes, 25 de febrero de 2014

Como sueñan los pequeños.

Puede que detrás de ese vino barato, de esas palabras vacías, de esas manos que me desnudaban recorriendo cada parte de mi piel, en busca de únicamente su placer, ni si quiera nuestro placer, detrás de esas vueltas a casa recordando con nostalgia lo feliz que era estando enamorada, aunque no fuera correspondido, solo buscase alguien como tú. Puede no, estoy segura. Porque los grandes cambios se notan, y mi vida ha dado un giro de 180 grados. Ahora ese vino barato se ha convertido en horas que pasamos bajo la lluvia, las palabras cobran sentimiento, incluso se mueven a nuestro alrededor, es como la sensación de ver tu primer amanecer, y puede que los otros mil, porque nunca te cansarías de verlos. Ahora tus manos recorren mi espina dorsal en busca de nuevos lunares, completamente desnudos, consiguiendo ir a lugares insospechados sin movernos de mi cama, nuestra pequeña guarida. Y mis labios susurran, y se mueven por tu cuerpo, y consigo encajar en cada parte de él, como si siempre hubiésemos estado destinados a estar juntos. Y cabe recalcar que no creo en el destino, pero esta vez haré una excepción, aunque prefiero pensar que en el fondo el destino no hizo nada y solo fuimos nosotros que necesitábamos a alguien como el otro, tú para mí y yo para ti, como sueñan los pequeños.

SWTTBL.

lunes, 8 de julio de 2013

UN PEQUEÑO TOQUE DE ATENCIÓN.

Odio dirigirme por este medio a esas personas que se creen superiores a las mujeres, pero no me queda otra opción, que transmitir mi rabia mediante esta forma. Ando con la vaga esperanza de que quizá algún indeseable que se dedica a repartir su “amor” a través de insultos y maltratos físicos y psíquicos, tenga el valor de detenerse un instante a leer estas líneas.
A aquellos que os dedicáis a hacer de la vida de una bella mujer un infierno constante, porque lo creáis o no, aunque creáis que son inútiles y las tengáis cierto rencor por algo que ni si quiera vosotros llegáis a comprender, todas ellas son bellas. Bellas por dentro, y cada vez que vuestros “valientes” actos, hacen que vuestros puños debiliten la autoestima de una de ellas, cada vez que una palabra vuestra de furor rebota contra los oídos de esa indefensa mujer, la apagáis por dentro.
¿Qué es lo que creéis? ¿Que por tener la “osadía” de pegar a una de ellas sois más hombres?
Pues perdonad que os lo diga, porque vosotros no os dais cuenta, pero otros si lo hacen, se van dando cuenta de lo poco que valéis, que creyendo que una mujer es inútil, lo único que producís, son nauseas.
Porque ya me voy cansando de vuestras idas y venidas, ¿Por qué sabéis una cosa? Sin ellas no seríais nada, y lo peor de todo es que lo sabéis. Que el cierto rencor que guardáis en vuestro interior no es más que envidia. 

Que haber si os entra en la cabeza que la sociedad está cambiando, y con ella van apareciendo los derechos de las mujeres. Así que evolucionar un poco y volver a este siglo. Que no es más que el XXI; un lugar en el que nosotras, luchamos por que se nos haga valer, y desafortunadamente todavía existen depravados, que hacen de este mundo una sarta de miedos y amenazas.

martes, 11 de junio de 2013

Astuto caballero.

A estas horas de la mañana es cuando más pienso en ti. Me gusta imaginarnos volviendo a ser aquellos dos locos enamorados que jugaban a contarse los lunares de la piel, sin gente de por medio, solos tú, yo y el silencio. Pero en el fondo sé, que esos momentos nunca volverán, porque tú tienes a otra y yo... yo no tengo nada. Solo me quedan los tristes recuerdos que dejaste cuando te vi marchar. En realidad, todo sea dicho, te marchaste sin dar ninguna explicación, dejando atrás en mi mundo, solamente desconcierto y temor. Sí, temor, porque eras a la única persona a la que en la vida había amado tanto, y ese día me dejaste sola. Sin ni si quiera saber como besar a otro que no fueras tú, como acariciarle, como decirle que tiene la sonrisa más bonita del mundo, porque sin duda esa era la tuya. Aquella sonrisa que te hacia estremecer, llevándote a lugares insospechables en los que tan solo me encontraba yo y aquel olor característico que tú tenías. Y ahora leyendo estas líneas, te preguntaras que ha sido de aquella niña dulce que solo tenía como meta sonreír, pues como respuesta te diré que tú hiciste que ella desapareciera, tú derrumbaste aquel muro que a base de años y confianza había logrado construir.
Ahora te digo amigo mio, que eres un astuto caballero en un mundo de absurdas princesas.

SWWTBL. XXX

Escalofriante despertar.

Ángel.
Suena el despertador, un pitido ensordecedor, irritante, un suave movimiento de muñeca y logro apagar aquel sonido. Lentamente abro los ojos, una luz cegadora invade mi habitación, junto a mí, está mi mujer, el suave olor de su perfume me produce nauseas. La miro unos instantes, instantes para darme cuenta de que le odio, que todas aquellas broncas tienen que acabar, debo enseñarle que el que aquí manda soy yo. Me subo en su regazo y empiezo a zarandearla, lentamente empieza a abrir los ojos, bien, ya ha empezado la función, pienso. Me arrimo a su cara y le susurro al oído:
-Esto tiene que acabar.
Ella no hace caso a mis palabras y vuelve a dormirse, aquella reacción hace que por mi mente pasen ideas escalofriantes, ideas que mi inconsciente quiere que cumpla.
Abro la mano y con un fuerte movimiento la dirijo hasta su cara, pero, a unos pocos centímetros la paro. Esta vez, hago sonar mis nudillos, preparo mi puño, le doy un beso y con un rápido movimiento, golpeo la cara de mi mujer.
Ella se despierta sobresaltada llevándose las manos a la cara, me mira, noto en su mirada tristeza, pero a la vez rencor, desconcierto y temor.
Respiro profundamente y empiezo a golpearla por todos los sitios, ella no pone resistencia, ni siquiera grita, solo me mira, y por sus labios consigo oír un; “Yo te quería.”
Al oír esas palabras paro, noto dolor en los nudillos, todo empieza a moverse, pero lo que en realidad me duele es el corazón. Me levanto sin decir ni una palabra y dejo a mi mujer inconsciente en la cama, sin ninguna  intención de volver.
Cojo mi teléfono y marco el número 112 y tiro el móvil al suelo, con la esperanza de que localicen la llamada.
Claudia.
Una presión en las piernas y unos pequeños empujones provocan mi despertar, sobre mí, se encuentra mi marido, aquel que en tantos momentos me ha acompañado. Me susurra algo al oído, no logro entender lo que me dice, puesto que el sueño  vence conmigo.
De repente, un tremendo escozor invade mi cara, sobresaltada, logro cubrirme el rostro, sucesivamente varios puñetazos me atizan en todo el cuerpo. Abro los ojos y veo a mi marido pegándome, no logro articular palabra, únicamente de mis labios sale un “yo te quería”. No consigo reconocer lo que era mi marido, en él solo logro ver odio, rabia, incluso agonía. Ya no está el hombre al que tanto había amado,  al que había confesado mis más profundos secretos, al que entregue mi alma en  pedazos, pedazos que con el tiempo fueron regalados.
Justo antes de desmayarme, consigo ver por la rendija de mis ojos que ya no siente odio ni rabia, sino que siente, decepción, tristeza y sobre todo amor. Me lo había imaginado de miles de maneras, pero nunca había pensado que sería así. Pensé que le guardaría rencor, pero sorprendentemente no siento eso, siento admiración. Admiración, porque fue capaz de reflejar sus sentimientos por muy duro que hubiese sido y porque lo último que vi en sus ojos fue amor.



SWTTBL.